Comprar un inmueble no es cosa fácil, tampoco es algo que se concreta de la noche a la mañana, es necesario invertir tiempo y tener suficiente paciencia. Antes de tomar la decisión de involucrarte jurídicamente en la adquisición de alguna propiedad de tipo "habitacional", debes observar los siguientes diez puntos:
1. El tamaño total en metros cuadrados del inmueble.
2. Divisiones y proporciones de cada habitación o espacio.
3. La edad de la construcción y su estado estructural, por ejemplo: si existen grietas, detalles de las ventanas, puertas, plafones, pisos, baños, etc.
4. Transporte público en la zona y vías de acceso a la calle donde se ubica el inmueble, así como el tiempo de traslado del inmueble al lugar de trabajo y viceversa.
5. La calidad del agua potable que se suministra al inmueble.
6. Si existen filtraciones de los pisos superiores, principalmente en el área del baño. Hay ocasiones que en los pisos superiores no se instalan bien las tuberías de desagüe en inodoros, lavamanos y ducha, resultando filtraciones de agua en el techo.
7. La dirección del sol y cómo penetra la luz en los espacios del inmueble, es decir, la cantidad de iluminación que existe.
8. Observar como es el ambiente nocturno, para valorar detalles como: la iluminación de la calle y al interior del inmueble, el nivel de ruido y seguridad que existen, así como el ambiente mismo en horas de la noche.
9. Checar el nivel de inclinación de las calles, para evaluar si en caso de lluvia la entrada o el estacionamiento pueden sufrir inundaciones.
10. Es importante tomar opinión de una segunda persona, recuerda que dos cabezas piensan mejor que una.
Si los anteriores parámetros son aceptables entonces ya es hora de empezar con las negociaciones para su compra y solicitar la documentación correspondiente.
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